La diversificación de Internet ofrece nuevas opciones en cuanto a servicios de Coaching digital.
Internet y las nuevas tecnologías se han convertido en imprescindibles dentro de nuestra vida. Tanto, que el tiempo medio diario que la población mundial dedica a bucear por la red es de seis horas y cuarenta y tres minutos.
La delicada situación que estamos atravesando a causa de la pandemia ha contribuido a ello en gran medida. Y es que el mundo online nos permite compartir momentos en tiempo real con nuestros familiares y amigos, sintiéndolos así un poco más cerca. Pero también mantenernos informados de lo que sucede al otro lado del planeta, ahorrar costes o viajar a lugares exóticos sin movernos del sillón.
Esta irrefrenable irrupción no solo ha modificado hábitos y conductas a nivel personal, sino en todos los aspectos, incluido el laboral; más aún dadas las circunstancias actuales.
Así pues, muchos trabajadores, entre los que se encuentran los profesionales del coaching y el desarrollo personal, han visto cómo tenían que adaptar sus tareas al mundo virtual.
Sesiones de coaching online, una decisión acertada
Entre otras cosas, ante la imposibilidad de celebrar sesiones presenciales, los coaches se han visto obligados a dar el salto online y a cambiar el trato personal por un cara a cara a través de la pantalla. Algo que, a pesar de las reticencias iniciales (por otro lado, normales ante lo desconocido), ha supuesto una gran oportunidad.
Aplicaciones de videollamadas hacen posible la celebración de sesiones en línea con todas las garantías de éxito y resultados para el coach.
Y es que el hecho de poder verle «en directo» permite al coach analizar el lenguaje corporal de su cliente, percibir detalles en su tono de voz o calibrar su estado emocional; fundamental para el transcurso de la sesión. Además, el contacto visual entre ambos favorece que se establezca una relación de confianza, lo que ayuda a que el coachee sienta cercano a su coach a pesar de no estar presente.
Es más, en algunos casos esta distancia puede resultar una aliada, pues aquellos clientes introvertidos, amparados por la seguridad que les transmite el encontrarse en terreno conocido, como es su casa, tienden a sentirse más cómodos y, con ello, a abrirse ante las preguntas.
Incluso esto les permite mantener cierto grado de anonimato si lo desean, ya que Internet pone a su disposición profesionales del desarrollo personal de los cinco continentes. Sin duda, algo también muy beneficioso para los coaches, puesto que la potencial cartera de clientes pasa a ser considerable.
Así, con tan solo un clic, a cualquier hora y sin desplazamientos (evitando de este modo el riesgo de contagio por la COVID-19), las nuevas tecnologías nos ofrecen una solución efectiva en pro de alcanzar nuestros objetivos y mejorar la gestión emocional en los momentos de mayor agobio, aunque las circunstancias que nos rodeen no sean favorables.
Coaching online: ¿qué necesito para empezar?
Además de facilitar el acceso a sesiones con plenas garantías para el coach, el auge digital que estamos viviendo también supone una importante oportunidad laboral para los profesionales del desarrollo personal.
Un ordenador (con cámara y micrófono) y una buena conexión a Internet son los únicos medios necesarios para disfrutar del poder trabajar desde cualquier lugar. Libertad de ser tu propio jefe, o jefa, que a su vez te permite conciliar con tu vida personal.
Habilidades como la escucha activa, la empatía, la curiosidad o la aceptación incondicional son necesarias a la hora de afrontar una exitosa sesión de coaching.
Una sólida formación en la materia no solo te ayudará a adquirirlas, a refrescarlas o a mejorarlas, sino que te capacitará para aplicar herramientas y seguir una metodología profesional que te permitirá ayudar a la persona que se encuentra al otro lado de la pantalla.
Porque el mundo necesita gente que ame lo que hace, en WEB24 Digital Factory te preparamos para ello.