Seguramente hemos experimentado esa sensación más de una vez, y no hemos sabido cómo llamarla. Ese momento en el que sentimos que fue ‘nuestro día de suerte’ y que todo salió mejor de lo que lo esperábamos es, por demás, una experiencia óptima que se hace importante desarrollar para tener una vida feliz y satisfactoria.
El psicólogo Mihály Csíkszentmihályi, de la Universidad de Stanford ha estudiado este concepto, y lo desarrolla explicando que “fluir o flow es una mezcla perfecta entre disfrute y desafío al realizar una tarea. Un proceso que nos permite aumentar nuestra creatividad y rendimiento, hasta cuotas espectaculares, y sobre todo, que nos genera una extraordinaria batería de satisfacción y emociones positivas”.
Sin embargo, cada quien podría tener su propia definición de ‘flow’ dependiendo de cómo hayamos interpretado la experiencia óptima vivida. Podemos decir que lo más parecido a ello es encontrarse en ese momento ideal en el que todo concuerda, lo que decimos, lo que hacemos y lo que sentimos, manteniendo una sincronización ideal con el universo, y dejando que todo fluya hacia la perfección.
Tras reconocer el estado de flow, se hace inevitable hacerse la siguiente interrogante: ¿Podemos hacer algo en concreto para llegar a ese estado más a menudo y ser más felices y productivos?
Cómo llegar al estado de Flow
No se trata de que haya reglas específicas que cumplir al pie de la letra para poder lograrlo. Aquí, lo más importante es conocernos bien, y crear una conexión con esas tareas que hagamos, como algo que nos apasiona mucho, sin presión, sin estrés, y teniendo en cuenta la motivación intrínseca y la libertad percibida.
Otro aspecto que no podemos pasar por alto, es que, esos desafíos y objetivos que nos tracemos estén en equilibrio con nuestras capacidades para conseguirlo, porque en parte, precisamente el estrés puede provenir de obligarnos a ejecutar tareas con las cuales no tengamos una mayor conexión, o que estén más allá de nuestras capacidades reales. Para tomar conciencia de esto, podemos hacer el siguiente ejercicio:
- Analiza, en qué situación emocional te encuentras, y a la par, cuál es el desafío actual que te planteas. Valora con honestidad cómo puedes mejorar.
- Cae en la cuenta de que este desafío, cualquiera que sea, es solo una percepción que tienes sobre él, y también sobre tus capacidades personales. Probablemente estés infravalorando tus competencias.
- No pases por alto evaluar si el tiempo, el esfuerzo y el sacrificio que harás, valen la pena para lograr el objetivo.
- Mejora la percepción propia que tienes sobre tus capacidades. Si antes has superado desafíos difíciles, nada te impide superar este.
Algunos ejemplos
Algunos profesionales en estado de flow experimentan esto:
- Un alpinista escala las arriesgadas cumbres del Everest y mientras mantiene el control pleno del ascenso, siente que su cuerpo se funde con la roca.
- Una bailarina realiza con precisión y armonía una serie de complejos movimientos que hace parecer sencillos, al tiempo que ella misma se siente como flotando.
- Un amante hace el amor con su pareja y siente que se fusiona con ella y con el cosmos.
- Un gourmet saborea un elaborado plato y olvida que ha perdido su fortuna.
- Un cirujano acomete una delicada operación y, mientras percibe con todo detalle la interacción entre su bisturí y el órgano del paciente, todo el entorno parece desvanecerse.
- Unos chicos saltan en monopatín y sus miedos se disipan.
- Un filósofo piensa y se olvida de que existe.
- Un músico toca el saxofón y su cuerpo es música.
- Un niño da sus primeros pasos y percibe que puede caminar…
Los artistas y los niños lo consiguen
Cuando los niños corretean, juegan y saltan, lo hacen sin pensar en nada, solo por el simple placer de hacerlo; y aunque el tiempo se les pasa volando, su atención no deja de estar centrada en lo que están haciendo. De eso se trata.
No hay estrés, no hay ansiedad ni tensión, solo un estado de placer y concentración que gusta y apasiona. Así sucede también con los artistas, que pueden estar inmersos en sus cuadros y pinturas sin que importe nada más. El cuadro y ellos son una sola cosa.
Por lo general, estos rostros deprenden felicidad y amor al mismo tiempo, y es cuando caemos en cuenta de que están en estado de flow.
¿Somos capaces de describir un momento así? ¿Nos hemos sentido en estado de flow alguna vez? La finalidad última de la práctica de vivir este momento óptimo es mejorar nuestro estilo de vida, y ser más felices y productivos en todo momento. Hacer con pasión eso que te gusta, y sentirse en plenitud.