¿Qué nos enseña el libro “La semana laboral de 4 horas”?

Dinero, palabra que mueve al mundo y por la que sacrificamos tantas otras cosas que muchas veces no valen moneda alguna.

Generalmente, asociamos el dinero a tener una vida feliz, cómoda y con absoluta libertad de hacer todo lo que queramos a cada momento. Pero, ¿esto será del todo cierto? Analicemos un poco: Damos por hecho que para lograr esa meta, pasamos más de la mitad de nuestras vidas preparándonos para algo, sacando una carrera en la universidad y algún post grado, para luego aferrarnos a un puesto de trabajo extenuante con una larga jornada toda la semana, y si corremos con suerte, descansar el fin de semana… (Sin ganas de nada más) y así durante al menos 40 años… y, cuando llega la jubilación, te habrás dado cuenta de que para lograr unos ingresos estables y seguros, has sacrificado precisamente aquello que buscabas, tu tiempo, tu libertad, y gran parte de tu felicidad.

Te has puesto a pensar, ¿qué sentido tiene todo esto? Pasarse la vida dejando los mejores años en 4 paredes, ¿para disfrutar de los frutos cuándo? Y aquí viene la gran pregunta: ¿Es necesario pasar por esto?
Quizás te sorprendas porque nuestra mentalidad, está ciertamente muy arraigada a este concepto, pero la respuesta es no. Y si hay alguien que lo demuestra con puntos claves, teorías y estrategias es Timothy Ferriss, en su libro “La semana laboral de 4 horas”.

Este libro debería ser lectura obligatoria para todo emprendedor que comienza a tomar interés en desarrollarse como persona y de manera profesional, porque les ayuda a abrir los ojos para, claramente entender nuevas formas de organizar su tiempo, siendo aún mucho más productivos y teniendo un grandioso desempeño. Por eso, este libro ha sido una verdadera inspiración para miles de emprendedores que han cambiado totalmente sus vidas y su forma de generar ingresos sin que esto implique dejar de vivirla, de tener libertad, y de ser lo que siempre soñaron.

Hay dos afirmaciones muy importantes en las que Tim se basa para desarrollar toda su idea en este libro:

  • No es necesario trabajar 40 horas a la semana para obtener ingresos altos.
  • No necesitas ganancias exorbitantes para vivir la vida que sueñas.

Son varias las estrategias que Ferriss propone para lograr estos objetivos, y quizás muchas personas no lo entiendan, Por eso, se dice que este libro no es para todo el mundo, sino para aquel que sea capaz de entender que su vida no se basa en ser exitoso gracias a un trabajo de saco y corbata, sino que lo es, gracias a que ha sido capaz de administrar su tiempo, entre lo que más ama hacer en la vida, pero sobre todo, en vivirla.

¿Cómo podemos empezar a creer que esto es posible?

Paso 1: Definición: Define tus objetivos y atrévete a ser ambicioso

Primeramente, es importante desmontar esas creencias erróneas que le impiden a la gente creer que pueden ser dueñas de su propio tiempo. Son muchas las variables que nos metieron en la cabeza desde chicos y que nos han hecho creer que es lo único correcto, lo que está bien, y lo que nos da la garantía de ser exitosos. ¡Mentira más grande!

Entre esas están:
La jubilación es la meta. ¿Es en serio?, la jubilación, no es más que un seguro que te servirá si te ves imposibilitado a generar ingresos en la vejez, pero ¿crees que es realmente lo único que podría garantizarte una vejez de lujo y confort? Por supuesto que no.

El interés y la energía son lineales: por lo tanto “cuanto más trabajes, más produces”. La verdad, es que resulta ser más productivo el que sabe distribuir sus recursos y justamente trabajar en esos momentos en los que la energía y el propio interés están en su punto.

Hacer menos es vagancia: ¿Seguiremos el juego que nos han hecho creer con esta afirmación? ¿Qué es más importante, estar ocupado o ser productivo? No es lo mismo dedicarse solo a tareas triviales para no enfrentarse a lo esencial. Allí hay una gran diferencia.

Para cada cosa hay que esperar el momento preciso: si nos ponemos a esperar que las condiciones sean las apropiadas, quizás nos quedaremos esperando toda la vida y veamos las mejores oportunidades pasar delante de nuestros ojos. El momento es hoy, es ahora, y hay que actuar en consecuencia.

Es mejor abstenerse de actuar que hacerlo sin permiso: siempre que no pasemos por encima de los demás, hay que moverse, hay que actuar, aunque después nos toque pedir disculpas.

El dinero es la solución a todos los problemas: la verdad es que ser libre y ser feliz, implica mucho menos dinero del que se piensa.

Es más rico el que más dinero recibe al mes:

Aquí, podemos mencionar un ejemplo:
Supongamos que Cris, gana 4000 $ y trabaja 40 horas semanales, 8 horas diarias, más las horas extras que a veces le demandan cuando el trabajo se acumula.
Pero, por su parte, Jason gana solo 1000$ al mes, pero trabaja 10 horas semanales, divididas en dos horas diarias y no necesita hacer horas extras.

¿Cuál de los dos gana más?
Sin duda, uno tiene ingresos absolutos más altos, pero el otro tiene más tiempo disponible para hacer lo que quiera. Además, Cris vive en una ciudad cuyo costo de vida es alto, y todos los gastos que debe hacer son más caros, por lo tanto, puede que se le vaya el dinero mucho más rápido que a Jason, que gasta menos, porque vive fuera de la ciudad cuyos costos son mucho más bajos, y hay menos impuestos sin que el nivel de vida deje de ser bueno.

¿Cuál de los dos puede hacer más con el dinero que gana?
Aunque Jason gana menos que Cris, con lo que gana puede pagar todo lo que necesita y además tiene mucho más tiempo libre, por lo que, en realidad, los ingresos que más importan no son los absolutos, sino los relativos.

Todo estrés es negativo: hay estímulos llamados Distrés, que debilitan y dañan la confianza en las personas, haciendo que se les resulte difícil creer en sí mismos y lograr sus objetivos, pero también hay otros que son causa de motivación, e impulsan a los individuos a salir de su comodidad para lograr, de una buena vez, todas las metas que se han propuesto. A estos, se les llama eustrés.

Hemos visto que estas afirmaciones pueden ser perfectamente desmontadas, por lo que, el siguiente paso sería comenzar a eliminar todo aquello que creíamos como el único camino para llegar al éxito, y empezar a tomar nuevas acciones, porque estar ocupado no es lo mismo que ser productivo.

Paso 2: Eliminación:

Luego de caer en la cuenta de no son ciertas muchas de las cosas que se nos han impuesto desde que estamos pequeños, es hora de empezar a hacer algo para cambiarlo. Tim, señala que para empezar, hay que pasar por un proceso de eliminación, dejando a un lado toda esa cantidad de cosas que nos roban tiempo, y que realmente no son imprescindibles. Hay que hacer una limpieza de tareas.

No se trata de hacer más actividades en menos tiempo, sino de eliminar aquellas que no son relevantes.
Ignorancia selectiva: Toda esa información, tareas, productos que consumes que no te sirven, deséchalos.
Adiós a las interrupciones: ¿Revisas tu e mail 100 veces al día? Ya esto no tiene porqué ser así. Establece una hora concreta para hacerlo una sola vez al día, así como las reuniones, discusiones, y otro tipo de actividades.

El principio de Pareto

El economista Wilfredo Pareto estableció el principio del 80 / 20 que señala que el 80% de los resultados viene producido por el 20 % de los recursos invertidos.

Por ejemplo, en una jornada laboral “normal”, es posible que el 20% de tiempo hagamos el 80 % del trabajo productivo, ¿Qué ocurre si liberamos ese otro 80 % de tiempo poco productivo?

Con este tipo de análisis, Tim Ferriss pone el siguiente ejemplo: concluyó que de sus 120 clientes mayoristas solo 5 le proporcionaban el 95% de sus ingresos, de modo que suprimió el contacto con los otros 115 reduciendo más de 20 veces el tiempo que invertía en esa tarea; y describió además lo que llamó la ley de Parkinson, “El trabajo se expande hasta llenar el tiempo disponible para que se termine”.

Cuando tenemos una tarea con un plazo de límite alargado, seguramente la vamos a demorar hasta que el plazo esté a punto de terminar. ¿Les ha pasado? Están aplicando la ley de Parkinson. Por el contrario, cuando nos ponemos tareas con plazos breves, nos obligamos a centrarnos en lo que más importa, por eso las tareas resueltas en menos tiempo, exigen un nivel de concentración más elevado y resultan siendo iguales o mejores que aquellas que se realizan en plazos mayores.
Si combinamos estos dos métodos: Pareto (80/20) más Parkinson (tareas en plazos breves) no solo gastarás menos energía, sino que indiscutiblemente tu productividad aumentará, porque con menos recursos, lograrás más.

Paso 3: La automatización

¿Qué debemos hacer en las horas en las que nos dedicaremos a la productividad?
Creemos un sistema de funcional, con una serie de reglas para operar y contar entonces con una empresa productiva que camine por sí misma sin necesidad de que siempre estés presente.

Es importante aprender a delegar responsabilidades, y darles autonomía a otros miembros de tu organización. Es importante lograr que tu empresa funcione de forma autónoma, y para ello hay muchísimos recursos en los que te puedes sostener. La internet y el trabajo digital te permiten desarrollarte en esta área de manera completa y funcional. ¡Automatiza! Delega funciones, y desarrolla un sistema que te permita seguir generando ingresos, aunque estés reposando a la orilla de una playa en Tailandia. Si de momento crees que esto no es posible, te invitamos a que nos consultes cómo puedes hacerlo.

Paso 4: Liberación

Así, pasarás a lo que se ha llamado la fase de Liberación. ¿Qué es lo que define a una persona que es dueña de su propio tiempo? Sin duda, su capacidad de ser libre, y de moverse sin ataduras.
¡NO es importante cuándo, ni desde dónde trabajes! Lo importante es cuidar esos detalles mínimos que requieren en tu negocio para seguir funcionando.

En conclusión, si te tomas un momento para analizar tu vida, probablemente encontrarás que te han arraigado muchas creencias que no son del todo ciertas, y que se pueden desmontar. Además de ser falsas, te han conducido a una vida triste o aburrida. Un minuto de tu vida puede ser mucho más productivo que un día entero o una semana completamente infértil.
Cuida tu tiempo, organiza tus tareas rutinarias aprende a centrarte en lo esencial, automatiza la consolidación de tus ingresos, y estarás logrando vivir la vida que siempre has deseado.

¿Quieres ser de los que viven para trabajar, o de los que trabajan para vivir?

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