El viaje más importante: el interior

“Me mudé al bosque porque deseaba vivir deliberadamente, hacerle frente sólo a los hechos esenciales de la vida, probar si podía no aprender lo que tenía para enseñarme, en vez de quedarme esperando la hora de mi muerte para darme cuenta de que no había vivido”. – Henry David Thoreau

Este artículo se inspiró en una conversación que mantuve años atrás en una bucólica playa de Phuket, lejos del ruido y del estrés, con mi buen amigo Hiro, arquitecto tokiota, epicúreo y adepto del Budismo “funcional”. Los dos habíamos participado, días antes, en un foro internacional sobre Transformación Digital en Bangkok, y tras unas cuantas cervezas, la discusión cambió de rumbo luego de un comentario que lanzó Hiro sobre la dificultad para un nómada de definirse, mantener relaciones estables y buscar un sentido en estas continuas migraciones.
Debo admitir que por entonces solía pensar que las definiciones y los «sentimentalismos» no eran importantes, e incluso que eran un tanto superficiales, ya que en realidad mi único propósito era conseguir rentabilizar mi negocio y los de mis clientes. Mi vocabulario se ceñía a palabras como: Cashflow, ROI, flujos, funnel, rentabilidad, social media, rebound…

– “Somos quienes somos, entonces, ¿por qué deberíamos molestarnos en poner una etiqueta a todo?” Le repliqué.

A pesar de mi réplica, debo acotar que de alguna manera coincidíamos en el argumento de que ciertamente vivir una vida como nómada no es un asunto sencillo, y mucho menos poder mantener lazos de amistad auténticos con otras personas no-nómadas.

Ahora bien, si nos centramos por un momento en intentar definir la palabra “nómada”, podemos encontrarnos con diferentes criterios para determinar quién se califica como nómada y quién no. Así que en lugar de criterios exactos, es probablemente mejor atenerse a la esencia.

Para mí, un nómada es alguien que se mueve constantemente sin una ubicación final a la que llama hogar…Pero, ¿basta eso para resumir toda la realidad compleja que puede haber, tras miles de personas que toman la decisión de vivir al margen de lo establecido?

¿Cuál es la meta existencial que se esconde en el ejercicio de viajar por el mundo?

Bueno; luego de años de vagabundeo, y al contrario de estos miles de empleados estadounidenses que viven en sus vehículos viajando de ciudad en ciudad, al ritmo de las ofertas de empleo temporales, he podido saborear cada momento de mi libertad. Con el tiempo, pude dejar atrás estas chorradas de broker, aunque sigo con los estigmas, y me pude centrar en buscar una mayor libertad en términos ya no cuantitativos sino cualitativos. Y, con todo esto, van unas cuantas cosas que he aprendido basándome en mi propia experiencia y las de otros cientos de nómadas que me crucé por el camino.

Buscando la Libertad

Si vives como el 95% de las personas que trabajan de 9:00 a 17:00, tienen una familia, hijos y una situación de vida estable, realmente no necesitas pensar en ello, (o al menos es lo que crees) porque tu vida fluye más o menos como la de todos los demás y con esto basta para seguir un día más, sintiéndote o no, satisfecho. Pero si no estás siguiendo las normas de una sociedad agraria, entonces es probable que te cueste resumir tu forma de pensar y cómo te ganas la vida.

Visto desde el exterior, todo puede dar la impresión de que «no acabará muy bien» (sin casa, sin ahorros, sin ser querid@, sin empleo a los 40 ) y lo más probable es que recapacites de esta “locura transitoria” y que vuelvas al redil.

Dejando aparte todas estas consideraciones materiales, siendo un nómada, empiezas a hallar complicaciones cuanto intentas buscarle sentido a lo que estás haciendo, pero, al mismo tiempo, en algún punto te darás cuenta de que quizás ya no estás tan perdido en cualquier lugar del planeta, sino que simplemente estás justo en el lugar donde elegiste estar y tomando la decisión de vivir la vida de una manera en la que te sientes completamente satisfecho. Incluso, cuando te das cuenta a veces, de que estás yendo hacia un camino que probablemente no te lleva a ninguna parte, esta realidad puede ofrecerte una cierta serenidad que antes no habías experimentado, aunque los episodios de angustia nunca están muy lejos del todo.

En una época en la que la cultura está sometida a las normas y los dictámenes del mercado que la hacen dependiente, el nomadismo, puede ofrecer un distanciamiento como vía para llegar a un pensamiento verdaderamente libre, profundo y emancipador. Esto al fin y al cabo es la esencia de la libertad como individuo.

En el caso del individuo moderno, su propio desarrollo genera una duda sobre sí mismo, sobre el lugar que ocupa en el mundo y el porqué de su existencia:

«Vemos así cómo el proceso de crecimiento de la libertad humana posee el mismo carácter dialéctico que hemos advertido en el proceso de crecimiento individual. Por un lado, se trata de un proceso de crecimiento de su fuerza e integración, de su dominio sobre la naturaleza, del poder de su razón y de su solidaridad con otros seres humanos. Pero, por otro lado, esta individuación creciente significa un aumento paulatino de su inseguridad y aislamiento y, por ende, una duda creciente acerca del propio papel en el universo, del significado de la propia vida, y junto con todo esto, un sentimiento creciente de la propia impotencia e insignificancia como individuo.». – Erich Fromm – El miedo a la libertad  

“Conócete a ti mismo. No tomes la admiración que tu perrito siente por ti como una prueba concluyente de lo maravilloso que eres”. – Ann Landers

Buscando la Comprensión

Si sabes quién eres y encuentras una definición clara para presentarte al mundo externo, tu pequeño caos se volverá predecible e incluso socialmente aceptable. De repente te conviertes en un ser legítimo, etiquetado de “extravagante” pero no lo suficiente para ser tachado de subversivo. Las personas podrían reconocer un patrón a tu comportamiento y será más probable que lo acepten. Diluir tu verdadera esencia para ser entendido por tu entorno es un precio asumible para que las personas que te rodean acepten tu modo de vida, aunque el distanciamiento será inevitable con el tiempo.

“Puedo enseñarle a cualquier persona cómo conseguir lo que quiere en la vida. El problema es que no puedo encontrar a quien pueda decirme qué es lo que quiere” – Mark Twain

Buscando un Sentido

No es raro que una persona no sepa qué más podría aportar a la sociedad o al universo para los más metafísicos. Es frecuente encontrar gente que tienen la impresión de que todo está inventado, de que todos los libros han sido escritos, las buenas canciones cantadas… ¡Eso es porque cometen el error de compararse tal un vulgar producto! A lo largo de su historia, la humanidad se ha servido de su pasado para reciclar y transformar continuamente su cultura. Los artistas se pasan la vida describiendo el mundo mediante un prisma muy personal. Tendría que ser el mismo procedimiento para todos nosotros.
Pero no nos engañemos, este es un proceso de introspección largo y como un viejo minero, deberás resignarte a extraer un montón de arena de la que luego, con paciencia, filtrarás unas pocas partículas de oro.

A fuerza de buscar excavar en tu identidad acabarás creando tu propia historia. ¿Y a quien no le gusta una buena historia?

Eso te ayudará a explicar quién eres y en quien no te quieres convertir, a qué te quieres dedicar realmente, cuáles son tus metas, tu modo de tomar decisiones y los elementos fundadores de tu personalidad. Te vuelves interesante y te conviertes en un ser valioso, lo que significa que de repente podrías enseñar a otras personas mediante tu experiencia. Esto mejorará notablemente tu vida social porque las personas se sienten irresistiblemente atraídas por los seres que se despojan de su pudor y cuentan cosas autenticas. Y seamos realistas, también es bueno para los negocios.

“Justo cuando creo que he aprendido la manera en que se ha de vivir, la vida cambia”. – Hugh Prather

Buscando el Equilibrio

Parecerá un consejo sacado de un blog de gurú 3.0, pero organizar tus rutinas en función de lo que mejor te conviene, es fundamental para encontrar un equilibrio emocional duradero. Lo complicado es atenerse a ellas. Siendo personas orgánicas inestables por naturaleza, nada es predecible a 100% y solo podrás decidir sobre la frecuencia ideal para realizar cambios, analizando concienzudamente el entorno en el que te encuentras. Empezar el día tomando tu desayuno en el centro financiero de Hong-Kong no es lo mismo que hacerlo en un café de Greenwich village. Y una vez que te has adaptado a tu nuevo ecosistema solo tendrás que optimizar tus horas “productivas” para que tu estilo de vida siga siendo rentable y divertido.

“Una persona suele encontrar su destino en el camino que eligió para evitarlo”. – Jean de La Fontaine

Buscando una Tribu

Si no sabes quién eres, es más difícil encontrar tu grupo o tribu. Peor aún, puedes elegir el equivocado. Los seres humanos somos animales sociales que nos unimos y formamos grupos basados ​​en valores e intereses compartidos. Si no defines tus propios valores e intereses, es probable que pases más tiempo solo (o con las personas equivocadas). “Hace un tiempo leí un libro de Mahatma Gandhi. En él había un fragmento que decía que la religión, es decir la búsqueda del viaje interior, no debería separarse de la búsqueda hecha en la travesía externa y social ya que no somos seres aislados”.

Definir quién eres, te ayuda a descubrir los grupos sociales relevantes en los que deberías centrarte. Por ejemplo, buscar emprendedores sin ubicación y nómadas digitales mientras viajas. Una vez que decidas cuáles son sus grupos de interés relevantes, aumentarás considerablemente tu posibilidad de hacer nuevas “conexiones”.

Epílogo

Como he intentando explicar, hay grandes ventajas en tener una idea clara sobre nuestra personalidad profunda y a hacia dónde queremos ir con la vida que hemos elegido.

Debemos lograr un nuevo tipo de libertad, capaz de permitirnos la realización plena de nuestro propio yo individual. La vida ya no transcurre en un mundo cerrado, cuyo centro es el hombre; el mundo se ha vuelto ahora ilimitado y, al mismo tiempo, amenazador. Al perder su lugar fijo en un mundo cerrado, el nómada ya no posee una respuesta a las preguntas sobre el significado de su vida; el resultado está en que ahora es víctima de la duda acerca de sí mismo y del fin de su existencia.

La vida es demasiado corta para ser solo quien eres ahora. Hay que sentirse afortunado de nuestro estilo de vida actual, enseñarlo, explorarlo y dejarlo fluir, algún día, puede que en el momento adecuado, volvamos a una vida más sedentaria pero la diferencia es que sabremos un poco más sobre nosotros.

Unas palabras de Hiro a modo de conclusión

– 
”Ya no soy tan joven y acabo de encontrar un buen lugar… De nuevo.  He viajado gran parte de mi vida como un autentico nómada. He vivido en varios países aunque tenga un “hogar” en Japón. Ahora podría retirarme allí y cultivar el jardín pero sigo buscando lugares y culturas que puedan atraer mi curiosidad y fusionar con mi energía vital.

Algunos de mis parientes cercanos, me llegaron a decir:”Siempre cambias de opinión sobre dónde vivirás. A nosotros nos genera angustia solo imaginarlo, porque nadie puede ser feliz si no planta sus raíces en algún lugar”. Ser incomprendido me llegó a molestar en el pasado. En una época donde no existía ni el termino de “nómada digital”. Pero ahora, con los años me reafirmo en que soy quien soy y que siempre seré así. Si otros no entienden eso, entonces, no son nómadas. Son viajeros ocasionales… viajan al extranjero para maravillarse ante la altura de las montañas, ante las olas gigantes del mar pero nunca llegan a asombrarse por sí mismos. 



Ahora resido en la isla de Hokinawa, el secreto mejor guardado de Japón. En unos meses, me iré a Tailandia (de nuevo). Aunque para mí el mañana no existe.”

Ben Blanco – Nómada.

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